Recuerdo que cuando estaba en el colegio una amiga termino con un pololo de años. Ellos eran grandes amigos, ademas de pareja, por lo que cada uno sabia grandes secretos del otro. Lamentablemente los resultdos no fueron buenos. ¿Alguien hablo mas de la cuenta? o ¿Ellos nuncan guardan un secreto?.
Cuando mi amiga comenzó a pololear con este joven habia terminado una relacion bastante tortuosa que duro varios meses. Por lo que cuando conocio a Pedrito (por ponerle un nombre al susodicho) sintio un cambio de 180º y se tiro a sus brazos a ojos cerrados. Lamentablemente mi amiga cometio un gran error, el que luego de varios años fue para todas las compañeras un ejemplo de vida.
Como la relacion anterior a pedrito habia sido tan mala experiencia para mi amiga, ella no encontro mejor manera para desahogarse que contarle hasta lo mas minimos detalles a pedrito: tremendo error. Los primeros años en que ellos estaban juntos ocurrieron pequeñas peleas por las cosas que mi amiga le contaba a pedrito, pero nada del otro mundo. Ella no aprendía, seguía contandole cada detalle de su pasada relación.
Luego de tres años de pololeo, mi amiga y Pedrito terminaron su relación debido a constantes peleas por parte de ambos. Al momento de terminar, mi amiga, pensó en cómo le entregaria las cosas que tenía de él en su casa, cómo haria para no extrañarlo y cómo se lo contaría a sus papás que querían tanto a pedrito. En la única cosa que mi querida amiga no pensó fue en como cerrarle la boca a su "queridísmo" ex novio.
Luego de la ruptura, Pedrito se encargó de divulgar por cuanto lado encontró todas las intimidades de mi amiga. Hasta cosas realmente privadas afloraron a luz pública. Sólo faltó verlas publicadas en la portada de LUN.
Hasta ese instante yo pensaba que los hombre eran seres casi inanimados que pasaban por la vida como una brisa. Que no molestaban en demasía y que eran lo menos copuchentos de la tierra. Pues me equivoque. Luego de ocurrido este imprevisto, me di cuenta de que los hombres comentaban todas las cosas que uno inocentemente les contaba pensando en que nada dirían.
Mi pobre amiga quedó como chaleco de mono, pero esta horrenda experiencia nos sirvió para aprender que no hay que hablar más de la cuenta con nuestros amores, porque despues las consecuencias son fatales.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario